“Hijos, cuando hablo de su casa espiritual, me estoy refiriendo a su corazón. La casa espiritual que ustedes construyen no se hace con ladrillos y cemento. Se construye con todas sus oraciones y sacrificios a lo largo de la vida. Mientras más busquen la santidad personal, más fuerte será la muralla de su casa espiritual ante cualquier ataque del mal. Algunos que rezan con gran fervor pueden tener un ángel especial a la entrada de su corazón. No duden en invocar a este ángel que es amor y misericordia a la vez.”

“Si descuidan su casa espiritual, el moho y la humedad del pecado empieza a acumularse. Esto sería el descuido de la oración y el sacrificio y la ausencia de esfuerzos para agradarme. Esas almas construyen lo que puede considerarse como mansiones terrenales, pero, ante Mis Ojos, son chozas no aptas para habitarse.”

“De vez en cuando, denle a su casa de la santidad personal una mano de pintura descubriendo nuevas formas de agradarme. Hagan limpieza frecuente de la casa mediante un examen de su conciencia. Entonces, el Espíritu Santo será bienvenido en la casa de la santidad personal.”