“Hijos, al final, cada alma me rinde cuentas a Mí. Mi Juicio siempre se basa en el Amor Santo que hay en el corazón. Cada decisión, cada pensamiento, palabra o acción, es meritoria solamente conforme al Amor Santo que haya en el corazón en ese momento. Todo esto, los momentos que componen la vida de una persona en el mundo, se combinan para determinar el destino eterno del alma. Si me aman y desean pasar la eternidad Conmigo, cumplan Mis mandamientos. Esta es la única manera en que puedo compartir el Paraíso con ustedes. Hagan un esfuerzo por comprender la profundidad de cada mandamiento. Ustedes no se salvan simplemente porque nunca mataron o robaron a nadie. Ustedes se salvarán por amarme a Mí más que al mundo y a todos sus placeres. Ámenme más que a sus posesiones, comodidades o a su estatus en el mundo. Conózcanme mejor por medio de las Escrituras. En todo esto, aprendan a amar la verdad, la cual los mantiene cerca de Mí.”
“Anhelo una relación más profunda con cada alma. Entonces, vuélvanse a Mí, y sean Míos. Estoy esperando abrazarlos con Amor Divino.”