“Hoy me gustaría que ustedes, hijos Míos, se den cuenta de los beneficios del autoabandono. El alma que practica la rendición no quiere que todo sea a su manera. Ella está dispuesta a escuchar con paciencia las razones por las que las personas hacen lo que hacen, sin condenarlas por actuar mal, sino aceptándolas como son. No ve todo en la vida en relación a cómo le afecta a ella de manera personal. Puede perderse en Mi Voluntad y aceptarla incluso cuando surgen problemas.”

“El autoabandono cede el control de cada momento presente. Un alma así es capaz de confiar eficazmente en Mí ante las dificultades y, por lo tanto, está en paz. Sus cruces se ven mitigadas por esta rendición, pues ella no se empeña en cambiar las cosas a su manera.”

“Este autoabandono requiere de mucha oración. No es de la naturaleza humana renunciar al libre albedrío en favor de Mi Divina Voluntad. Este autoabandono vence las sendas de Satanás. Recen pidiendo esta gracia. Yo los ayudaré.”