“Hijos, en su juicio, los valores del alma son juzgados en la verdad. Lo que parecía tan importante en el mundo, el alma lo tiene en la luz de la santa verdad en su corazón. Todo lo que haya logrado en Amor Santo para agradarme, ahora lo hace sentirse seguro ante Mi Hijo. En su juicio, los pecados de los que nunca se arrepintió parecen como piedras alrededor de su cuello. El alma solo desea amarme y estar cerca de Mí.”
“El juicio del alma es el recuento de sus esfuerzos por ganarse el Cielo. En ese breve instante es cuando se le da a conocer al alma toda la verdad del bien frente al mal. No hay negociaciones; no hay manera de endulzar la verdad. Su salvación o su condenación se determina por el estado del alma en su último aliento. El ángel de la guarda de cada alma le acompaña mientras está en el juicio. Se terminan todas las oportunidades de ganar el favor de Mi Hijo. El alma claramente ve el estado de su alma.”
“La vida se trata de estar preparados espiritualmente para ese momento. Se trata de ser dignos del Cielo. Estas cosas son verdad, las crean o no.”