14 de Diciembre del 2022 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“Cuando Jesús era joven, Él se separó de María y José. Ellos pensaron que estaba perdido, pero luego de mucha angustia, lo encontraron en el Templo con los ancianos. ¿Cuántos en el mundo actual se han separado de Mí, de san José y de la Santísima Madre? Su Madre María pasa mucho tiempo rezando para que estos hijos perdidos y alejados de Ella encuentren su camino de regreso a la seguridad de la fe. Tristemente, a la mayoría no se le encontrará en algún lugar cerca del Tempo ni del Corazón de su Madre María.”

“Ayuden con sus oraciones a la Santísima Madre para que, una vez con fe, los hijos perdidos y alejados sean encontrados no lejos del templo del Inmaculado Corazón de la Santísima Madre y dispuestos a regresar a la seguridad.”

Lean Lucas 2:46-51 – Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados”. Jesús les respondió: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?”. Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.