“Hijos, en Mi Reino por venir, Mi Voluntad ha de abrazar cada corazón y cada corazón abrazará Mi Voluntad. Esa será la esencia de la Nueva Jerusalén. Pero todavía no estamos ahí. Por lo tanto, exhorto a cada alma a rendirse a Mi Voluntad en estos tiempos tan malos. En su aceptación está su rendición. Recen pidiendo la fuerza para hacerlo. La santa rendición es la manera de aliviar Mi Desolado Corazón y cambiar los corazones de los no creyentes. Cada uno de ustedes ha recibido un rol que desempeñar en su vida terrenal y la gracia para realizarlo con éxito. Ningún rol es demasiado insignificante y ningún rol es demasiado importante para aceptar Mis mandamientos con humildad. Si hacen el esfuerzo de vivir su rol conforme a Mis mandamientos, Yo los ayudaré y escucharé sus oraciones. No seremos extraños.”
“Perseveren en este sendero que Yo les he dado para su triunfo; el triunfo de su propia salvación. Entonces podremos compartir la Nueva Jerusalén.”