“Hijos, Mi alegría más grande es contemplar al alma que me hace a Mí el centro de su existencia. Un alma así me permite tener dominio sobre su corazón y sobre sus decisiones diarias. El alma que me ama de esa forma respeta Mis mandamientos y está segura del siguiente paso que dará en el sendero de su salvación. El alma convertida toma todas sus decisiones dentro de los parámetros del Amor Santo, reza para que se le muestren las artimañas de Satanás en su vida y reconoce la gracia de ver cómo la ataca Satanás.”

“El alma que me ama así se santifica con sus esfuerzos por agradarme sobre todas las cosas. Su ángel la ayuda en sus esfuerzos por triunfar en la gracia. Mientras más grande su compromiso para vivir en Amor Santo, más derramo Mi gracia en ella y podemos trabajar juntos para convertir el corazón del mundo.”