“Mientras sigan en el mundo, preparen sus almas para el Paraíso. No tengan rencores en el corazón. Perdonen a todos, sobre todo a quienes les hayan hecho más daño. En el Cielo no hay ira ni falta de perdón; solo hay paz perfecta, amor y gozo. La falta de perdón se interpone en el camino de muchas gracias incalculables que Yo quiero derramar sobre el mundo. No puedo derramar gracia sobre corazón que está lleno de falta de perdón, de resentimientos y de ira; no hay espacio. Esta misma falta de perdón promueve el terrorismo, la agresión y la persecución, todo lo cual lleva a la guerra. La recta razón no encuentra morada en el corazón que no perdona.”
“En la Cruz, Mi Hijo perdonó a Sus enemigos. Imítenlo.”