“Hijos, cada día, cuando se levanten, rindan el día a Mi Divina Voluntad. Con esta rendición, ustedes aceptan todo como venido de Mi Divina Voluntad. Este es el sacrificio más grande que pueden hacer. En otras palabras, están ayunando de su propia voluntad. No hay mayor sacrificio que se pueda hacer. No rechazan las cruces que Yo les doy. Ustedes ven cada cruz como una oportunidad para salvar almas y acercarse más a Mí, a su Papá Dios.”
“Los problemas pequeños y los inconvenientes se enfrentan correctamente con paciencia. Los problemas más grandes se aceptan valerosamente con un corazón que me ama. La fidelidad a Mis mandamientos los ayuda a rendirse a Mi Voluntad. El Amor Santo debe envolver sus esfuerzos.”