“Para poder crecer en santidad, primero tienen que reconocer sus fallas en las virtudes. Este autoconocimiento es el pilar de su casa de la santidad personal. La humildad es el cemento que mantiene unidos estos pilares. Esto se debe a que, sin humildad sincera, el alma no puede reconocer sus propios defectos. El autoconocimiento se infiltra fácilmente por las grietas de la soberbia.”
“Por lo tanto, primero que nada, recen pidiendo humildad, la cual es el pilar de todas las demás virtudes. El alma que piensa que es humilde está muy lejos de la humildad. La falsa humildad, la cual es la que se practica para impresionar a los demás, provoca que muchas casas de la santidad se derrumben. Sin la humildad, el autoconocimiento necesario para crecer en santidad es difícil de alcanzar.”