Mientras más me amen, más fácil es confiar en Mi Provisión

“Hijos, a medida que se preparan para la Fiesta de la Navidad en el tiempo de Adviento, los invito a contemplar los profundos preparativos que había en los corazones de Jesús, María y José"
2 de Diciembre del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love “Hijos, a medida que se preparan para la Fiesta de la Navidad en el tiempo de Adviento, los invito a contemplar los profundos preparativos que había en los corazones de Jesús, María y José. Ellos batallaron con el calor y el frío; padecieron la cruz de lo desconocido una vez que llegaron a Belén; el rechazo de los posaderos al llegar a su destino, la falta de una cuna apropiada para la llegada del Bebé. En todo momento, Ellos acudieron en oración a Mí, el Padre Eterno, con gran humildad y Amor Santo.”

“Fueron estas virtudes lo que les dio santa valentía para enfrentar lo desconocido. Fue la santa valentía lo que los unió a Mi Divina Voluntad.”

“Ustedes, hijos, tienen que rezar pidiendo la misma valentía para aferrarse a Mi Divina Voluntad ante todo lo desconocido. Mi Provisión les llega con la gracia del momento presente. Con frecuencia, tendrán que confiar en que Yo enviaré a sus vidas a las personas correctas y en el tiempo correcto. Mientras más me amen, más fácil es confiar en Mi Provisión.”

Lean Salmo 71 – Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia, líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame. Sé para mí una roca protectora, tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque tú eres mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío, de las garras del malvado y del violento! Porque tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector, y mi alabanza está siempre ante ti. Soy un motivo de estupor para muchos, pero tú eres mi refugio poderoso. Mi boca proclama tu alabanza y anuncia tu gloria todo el día. No me rechaces en el tiempo de mi vejez, no me abandones, porque se agotan mis fuerzas; mis enemigos hablan contra mí, y los que me acechan se confabulan, diciendo: “Dios lo tiene abandonado: persíganlo, captúrenlo, porque no hay quien lo libre”. ¡Señor, no te quedes lejos de mí; Dios mío, ven pronto a socorrerme! ¡Queden confundidos y humillados los que atentan contra mi vida! ¡Queden cubiertos de oprobio y de vergüenza los que buscan mi perdición! Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más. Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación, aunque ni siquiera soy capaz de enumerarlos. Vendré a celebrar las proezas del Señor, evocaré tu justicia, que es sólo tuya. Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. Ahora que estoy viejo y lleno de canas, no me abandones, Dios mío, hasta que anuncie las proezas de tu brazo a la generación que vendrá. Tu justicia llega hasta el cielo, Señor: tú has hecho grandes cosas, y no hay nadie igual a ti, Dios mío. Me hiciste pasar por muchas angustias, pero de nuevo me darás la vida; me harás subir de lo profundo de la tierra, acrecentarás mi dignidad y volverás a consolarme. Entonces te daré gracias con el arpa, por tu fidelidad, Dios mío; te cantaré con la cítara, a ti, el Santo de Israel. Mis labios te cantarán jubilosos, y también mi alma, que tú redimiste. Yo hablaré de tu justicia todo el día, porque quedarán confundidos y avergonzados los que buscaban mi perdición.